Los peores datos de Mbappé de los últimos años

Mbappé no pasa por su mejor momento en el PSG. Desde que aterrizó en París en 2017 con 18 años, el astro francés no tenía unos datos tan bajos como este año. Esta es la segunda temporada que menor impacto ha tenido en el equipo parisino.

En la Figura 1 podemos observar el valor que ha generado Mbappé desde que fichó por el Paris Saint Germain y los minutos disputados en cada una de las temporadas. La inteligencia artificial mide el valor de las acciones en base a la variación en la probabilidad de marcar o encajar gol cuando se realizan las acciones. De esta manera, se puede conocer el impacto real que han tenido las acciones del parisino en su equipo.

Si tenemos en cuenta sus actuaciones en Ligue 1 y Champions League, en la temporada 2017/18, Mbappé necesitó 243 minutos para contribuir con sus acciones a que su equipo generase 1 gol. En la campaña siguiente (2018/19) y en la última disputada (2021/22) su aportación aumentó considerablemente hasta producir 1 gol cada 123′. En la 2019/20, registró sus mejores datos con una contribución por cada 120′ y en la 2020/21 bajo ligeramente su nivel hasta los 136′. Esta temporada, Mbappé está promediando un valor de 0,53 por 90′ y, aunque sigue siendo elevado, es su peor dato desde su primera temporada en París ya que necesita de 169′ para contribuir a que su equipo genere 1 gol en liga y Champions League.

En la Figura 2 descubrimos, partido a partido, cuál ha sido la contribución de Mbappé para su equipo en términos de valor. En 12 de los 26 partidos disputados en la Ligue 1, el francés no ha logrado contribuir positivamente al valor del equipo.

Si hablamos de goles (Figura 3), Mbappé no ha logrado ver puerta en 13 de los 26 partidos disputados en liga. Su peor momento fue en enero, donde encadenó 4 partidos consecutivos sin marcar (vs Lens, vs Rennes, vs Reims y vs Montpellier). En el mes siguiente, logró anotar 6 goles en 4 partidos; sin embargo, actualmente lleva 3 partidos sin ver puerta (vs Rennes, vs Lyon y vs Niza).

Si hablamos de finalización, la capacidad de marcar las ocasiones que generas, observamos (Figura 4) que Mbappé ha obtenido un valor negativo en 15 de los 26 partidos jugados. Pese a que su finalización es positiva (ha generado 3,7 goles más de los esperados), es reseñable que el año pasado a estas alturas ya había generado 8 goles más de los esperados entre Ligue 1 y Champions. Por tanto, su efectividad se ha reducido considerablemente en más de un 50%. Se trata de un dato llamativo ya que lo que ha caracterizado a Mbappé en todas las temporadas pasadas era su gran acierto de cara a puerta y lo poco que necesitaba para transformar cualquier ocasión en gol.

Su valor ofensivo (Tiros (selección de tiro y finalización) y duelos aéreos y terrestres. En juego o a balón parado. Exitosos y fallidos. Tiros a balón parado y penaltis recibidos) también está lejos de los mejores puntas de Europa (Figura 5). Jugadores como Haaland, Osimhen, Kane, Moffi, Neymar… han realizado acciones ofensivas más determinantes que el francés en lo que va de temporada. Mientras que el año pasado generó un valor ofensivo de 15,88, siendo el delantero más determinante en este aspecto del juego, esta campaña es el 11º con un valor de 6,83. Haaland con sus acciones ofensivas ha generado más de 15 goles de los esperados, más del doble.

Figura 5

Sus números siguen siendo fantásticos, pero la aportación y el acierto de Mbappé en el PSG ha bajado considerablemente esta temporada.

¿Cómo mide la inteligencia artificial el rendimiento de los futbolistas?

Es necesario hacer hincapié en que lo importante a la hora de analizar el rendimiento de un jugador no es la cantidad de acciones realizadas (frecuencia); sino el valor que generan dichas acciones y su impacto en el equipo. La IA basa su valoración en la calidad de las acciones (valor) y no solo en la cantidad (frecuencia). Lo que se tiene en cuenta es el valor de las acciones medido en base a la variación en la probabilidad de marcar o encajar gol cuando se realizan las acciones. Las acciones se tienen que valorar positivamente cuando provocan la transición a un estado más favorable para su equipo, es decir, cuando aumentan la probabilidad de que su equipo marque gol o se reduce la probabilidad de conceder un gol al rival. Y negativamente cuando penalizan a tu equipo disminuyendo la probabilidad de marcar gol y aumentando la probabilidad de que te marquen.

Se tienen en cuenta diferentes tipos de acciones:

Ofensivas: Tiros (selección de tiro y finalización) y duelos aéreos y terrestres. En juego o a balón parado. Exitosos y fallidos. Penaltis recibidos.
Defensivas: Interceptación, recuperación, balón bloqueado, despeje, duelos defensivos aéreos y terrestres con o sin regate (exitosos y fallidos), faltas defensivas aéreas y terrestres, penaltis cometidos y goles en propia.
Construcción de juego: Pases totales, pases a balón parado, pases de banda. Por verticalidad, exitosos y fallidos y tipo (asistencias, centros, pase al hueco, cambio de juego, pase previo asistencia). Conducciones y segundas jugadas. Acciones a balón parado.